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Capítulo 10.- Ideología

Lo que recuerdo que me contaron de su ideología de Julio Ferrand, o de sus ideas políticas, es lo más parecido a un conjunto vacío. Sólo recuerdo lo aspectos relativos a  su condición de amigo y protector de artistas (ya hablaré de Antonio Susillo y de Lorenzo Coullaut Valera), de líneas de ferrocarriles y algo de sus mujeres.

Decidido a averiguar algo de sus pensamientos busqué en la prensa histórica, y encontré un par de referencias a Julio Ferrand que me han servido de punto de partida para profundizar en sus andaduras.

La foto siguiente, la de la izquierda, publicada por El Guadalete el 4 de julio de 1899, corresponde a su participación en una asamblea de la Asociación Amigos del País, de Sevilla, en la que se opuso a la impartición de la Doctrina Cristiana en las clases que esa asociación impartía. Dado que se lee bien, no hago más comentarios dobre ella.

Sociedad Económica Amigos del País

La Avanzada

Esta, publicada por el periódico republicano liberal “La Avanzada” el 20 de diciembre de 1902, hace referencia a su participación en la Asamblea Nacional Federalista, a la que asistió como delegado por Sevilla.

Aunque he subrayado en rojo algunas de las partes que considero más importante de lo que allí se dice, es imposible leerlas. Voy a ir ampliando cada una de las partes subrayadas para poder comprender cual era el pensamiento de don Julio Ferrand.

Julio Ferrand Couchoud asiste como representante de Sevilla a la Asamblea Nacional Federalista que “La Avanzada” publica el 20 de diciembre de 1902.

Asistieron representantes de 30 provincias españolas.

Francisco Pi y Margall (Barcelona, 29 de abril de 1824-Madrid, 29 de noviembre de 1901)

Político, ensayista e historiador español de ideología republicana federal, Francisco Pi y Margall fue presidente del Poder Ejecutivo de la Primera República.

Pi y Margall, que estudió Derecho, fue partidario de un modelo federal para el Estado, conjugando influencias de Proudhon, el socialismo democrático y el socialismo libertario. ​ Contrario a la monarquía en cualquiera de sus variantes y formas, participó activamente en la oposición a la misma, por lo que sufrió censura, cárcel y exilio. Después de la Revolución Gloriosa fue diputado en Cortes, donde dirigió el Partido Federal, y ministro de la Gobernación con Estanislao Figueras. Tras la dimisión de este, las Cortes le eligieron presidente, cargo que asumió el 11 de junio de 1873 y desde el cual se enfrentó a la Tercera Guerra Carlista y la Revolución Cantonal, defendiendo el Proyecto de Constitución Federal de 1873. Se vio obligado a dimitir poco más de un mes después, el 18 de julio, ante la imposibilidad de desarrollar su labor de gobierno tras el Cantón de Cartagena.

Como intelectual se dedicó esencialmente a la historia, la filosofía y el arte. Se le considera como uno de los intelectuales representativos del pensamiento más avanzado de la segunda mitad del siglo xix. Escribió multitud de obras y fue redactor y director de varios periódicos. Tuvo contacto con las grandes figuras de la intelectualidad europea de la época, lo que le granjeó una enorme reputación en España y fuera de ella. Con una biografía intachable debida a su honradez, acompañada por una dedicación intensa a sus principios políticos, se ha convertido en un referente de la tradición democrática española​ Fue padre de los también políticos Francisco Pi y Arsuaga y Joaquín Pi y Arsuaga.

Francisco Pi y Margall (Barcelona, 29 de abril de 1824-Madrid, 29 de noviembre de 1901)

En la Sexta sesión se hace la siguiente propuesta:

¿Declara cada uno de los señores reprsentantes que aceptan el programa federal del 22 de junio de 1894, y se compromete a defenderlo constantemente en la oposición y a ejecutarlo desde el poder?

Sigue la crónica:

Todos los señores representantes, puestos en pie y con el mayor entusiasmo, contestaron a su lectura con un sí unánime y solemne, entre una salva de aplausos.

En ese federalismo estuvo inmerso don Julio Ferrand. Hacía diez años del fallecimiento de Ana López Díaz.

¿Teniáis alguda duda de las convicciones políticas de don Julio Ferrand? En caso afirmativo, creo que quedan disipadas. En la septima sesión se acuerda la erección de un monumento sepulcral que en el cementerio civil de Madrid perpetue la memoria de Pi y Margall y de una estatua en la vía públicacosteada por suscripción universal

Al profundizar en el conocimiento en los personajes que aparecían en los documentos que iba encontrando, junto con mis vagas ideas de la política de la época, surgían otros documentos que me han ayudado a centrar al personaje. Así encontré una publicación, desconocida por mí hasta su hallazgo, que se llamaba “Las Dominicales del Libre Pensamiento”.

Más adelante ampliaremos lo que se dice en las flechas rojas

Las Dominicales del Libre Pensamiento

Semanario que comenzó a publicarse en Madrid el domingo 4 de febrero de 1883 en el que se aglutinan las diferentes tendencias heterodoxas de la España de finales del siglo diecinueve y principios del veinte y que había tenido sus primeras manifestaciones periodísticas durante el sexenio democrático. Aboga por el libre examen, el liberalismo, la cuestión ultramarina, el feminismo, el divorcio, el cuestionamiento de la pena de muerte, el naturalismo y el estudio de las humanidades y la historia de las religiones. 

Opuesto a los dogmas católicos, con una fuerte carga anticlerical, por lo que encontró una contestación radical desde las instituciones oficiales y los órganos de prensa de las autoridades eclesiásticas españolas. Muestra sus simpatías con la masonería, el espiritismo y la teosofía (denominación que se da a diversas doctrinas religiosas y místicas, que creen estar iluminadas por la divinidad e íntimamente unidas con ella) También con la Institución Libre de Enseñanza, la Asociación por la Enseñanza de la Mujer, la Sociedad Protectora de los Niños y anima, entre otras expresiones culturales, el resurgimiento de la cultura sefardí en España.

Inseparable del republicanismo y buscando la alianza con las clases trabajadoras, sus directores fueron el republicano federal Ramón Chíes Gómez (utiliza el seudónimo Eduardo de Riofranco) y Fernando Lozano Montes (con el seudónimo Demófilo, pseudónimo que en Sevilla también utilizaba entonces Antonio Machado Álvarez (1848-1893) y que acarreó no pocas confusiones) y, por último, Antonio Zozaya. Colaboran en sus páginas lo más granado del republicanismo español: Francisco Pi y Margall, José Francos Rodríguez, Emilio Castelar, Antonio García Vao, Rosario de Acuña y Villanueva, Esperanza Pérez, Amelia Carvia, Odón de Buen, Miguel Morayta, Eduardo Sojo, Salvador Sellés, Joaquín Dicenta, M. Curros Rodríguez, Eduardo Zamacois, Pedro Barrantes o José de Diego.

La publicación obtuvo un gran prestigio y difusión, y sus noticias y sueltos fueron redactados por numerosos corresponsales en las provincias españolas y en el extranjero, de tal forma que, en 1902 se convirtió en órgano de la Federación Internacional de Libre Pensamiento en España, Portugal y América Iberia.

Cuando reproduje la cabecera de la publicación, le añadí unas flechas rojas. Ahora vamos a reseñar qué se dice en todas las cabeceras. Desde su primer número, la cabecera del semanario está custodiada a ambos lados por una sucesión de sentencias que sirven de forma magnífica para retratar la divertida “ensalada ideológica” que animaba a sus deístas, anticlericales, masones y republicanos redactores:

«No mates, no hurtes, no mientas, no prevariques, honra a tus padres; en suma, cumple la ley de Dios, amándole y sirviéndole.» Moisés.

«La fuente de la vida es la ciencia. En caso de duda, el juez supremo es la conciencia.» Manú.

«Conócete a ti mismo.» Sócrates.

«Trabaja para extirpar el mal. Embellece la tierra cubriéndola de vegetales y animales útiles.» Zoroastro.

«Todos los humanos son iguales. No hay otra diferencia entre ellos que las virtudes que poseen.» Budha.

«Amaos los unos a los otros. Sed perfectos como nuestro Padre que está en los cielos.» Jesús.

«La piedad no consiste en volver el rostro hacia Levante o al Poniente. Piadoso es el que socorre a los huérfanos, a los pobres, rescata los cautivos, observa la oración, da limosna, es paciente en la adversidad. El que es justo y teme a Dios clemente y misericordioso.» Mahoma.

«El paisano que labra, la mujer que arregla su casa, el magistrado que desempeña sus funciones, el obrero que trabaja, hacen una obra tan santa como el monje que ora y ayuna.» Lutero.

«Desde la India hasta la Francia el sol no ve más que una familia inmensa que debía regirse por las leyes del amor. Mortales, todos sois hermanos.» Voltaire.

«Haz el bien por el bien. No emplees jamás la humanidad como un simple medio… Respétala como un fin.» Kant.

«El hombre debe realizar bajo Dios la armonía de la Naturaleza y el Espíritu en forma de voluntad racional y por el puro bien.» Krause.

«Que la Verdad ostente todos sus esplendores en la tierra; que se desplomen los templos y caigan hechos polvo los tronos, y se sotierren bajo el fango los adoradores del vellocino de oro si se interponen en su camino. ¡Paso; paso a la Verdad divina!». El Espíritu del siglo.

Masonería y Librepensamiento Españoles

Desde hace mucho tiempo he tenido interés por el estudio de la masonería y conocía los trabajos de Pedro Álvarez Lázaro, jesuita y Académico de la Real Academia de la Historia. Me acordé de un trabajo suyo titulado “Masonería y Librepensamiento Españoles de Entresiglos”, que un buen amigo, masón para más señas, me facilitó, del que me he permitido entresacar algunas ideas.

Miles de páginas escritas con intención de poner la Historia al servicio de ideologías de distintos signos, han distorsionado la realidad histórica masónica hasta confundirla casi por completo. Los todavía  escasos pero valiosos trabajos con talante científico realizados en estos últimos años, y los que aún están en vías de realización, van llegando a conclusiones que contrastan con lo que se nos había hecho creer hasta ahora. La aplicación “desinteresada” de métodos histórico-críticos, y la utilización de fuentes documentales fidedignas, van permitiendo a estos investigadores recomponer las complicadas figuras que componen el gigantesco puzzle masónico español.” 

Uno de los problemas centrales que encuentra el investigador de la masonería española finisecular (para evitaros buscar el término en el diccionario, ya lo hice yo: perteneciente o relativo al fin de un siglo determinado) y de entresiglos , es la enorme disgregación del movimiento masónico español. A partir de la revolución del 68, la orden masónica va a experimentar un fuerte desarrollo numérico y a la par lo que en mi opinión será su auténtico calvario: las luchas internas que la dividirán en múltiples “obediencias”. Tanto por las diversas tendencias ideológicas como por la rivalidad y falta de entendimiento entre ellas, tal vez sea más acertado hablar de masonerías españolas que de masonería española en singular. Existe un fenómeno que llama poderosamente la atención y que está centrado entre 1898 y 1903 aproximadamente: las publicaciones masónicas, exceptuados el Boletín Oficial del Grande Oriente Español y el Boletín Oficial de la Gran Logia Simbólica Regional Catalana Balear, desaparecen, y lo mismo sucedió con la mayor parte de las logias a tenor de la documentación localizada.” 

“Es posible que las grandes polémicas sobre la pérdida de las colonias y las inculpaciones que se hicieron a la masonería sobre su responsabilidad en tales acontecimientos, obligasen a la masonería peninsular a tomar ciertas medidas cautas, y entre ellas quizá la de su “autodisolución momentánea”, pero ése es uno de tantos puntos oscuros sobre los que por el momento es mejor no pronunciarse.” 

“Ni en circunstancias de crisis de subsistencia logró la masonería española una mínima armonía, aunque tan sólo fuera por instinto de conservación. Miguel Morayta consiguió reagrupar y mantener un buen número de logias en actividad y estableció relaciones de amistad con Grandes Orientes extranjeros, en especial con el Gran Oriente de Francia, pero pretendió ejercer una soberanía absoluta sobre la masonería española, motivo por el cual los encontronazos con la Gran Logia Catalana Balear fueron continuos. Sirviéndose de influencias intentó absorber a la potencia catalana, llegando a mantener con ella un enfrentamiento patético. La lucha de esta Gran Logia por mantener su <autonomía y el reconocimiento masónico mundial puede seguirse en su Boletín Oficial de abril-junio de 1906. La potencia masónica catalana logró mantener su autonomía muy a pesar de las presiones que el “Gran Oriente Español” ejerció por medio de la Oficina Internacional de Relaciones Masónicas, como diáfanamente se aprecia en la polémica mantenida con esta oficina por la Oran Logia a través de la correspondencia intercambiada entre ellas.”. 

Después del estudio realizado, llego a la misma conclusión que llegué hace tiempo: no sé lo que es la masonería.

No obstante lo anterior, sí creo que estamos en condición de decir que Julio Ferrand fue un librepensador militante…pero no era masón, aunque muchos amigos suyos sí lo eran. Estoy convencido de que no compartía ni los rituales  que adornaban a las sectas masónicas, ni muchas de sus creencias.

Os presento dos recortes de prensa que el mismo redactor titula “Librepensamiento en Acción”

Librepensamiento en Acción

Estimado señor: El consecuente propagandista del Librepensamiento de la Repñublica y federación, D. Antonio Pedregal y Guerrero, falleció el 13 del actual; su entierro, que ha sido civil por propia voluntad…

Estudió en el Seminario de Sevilla y una vez licenciado en Teología y ejerciendo el cargo de sacerdote, sus aficiones a la política revolucionaria le hicieron despojase dl traje talar para dedicarse…

El entierro lo presidió…y D. Julio Ferrand, Antonio R. Parrea y FanciscoLlonch en representación de la Sociead de Librepensadores

Julio Ferrand costea la lápida de don Antonio Pedregal

Os enseño una modeda de las Dominicales que, junto con otros objetos que pertenecieron a don Julio, heredé de mis padres. 

SALVE ITALIA VICTRIX

Debajo, a la derecha, se puede leer Barcelona
1888 Las Dominicales del Librepensamiento en representación de 130000 españoles enemigos de la Teocracia.
En el triángulo Libertad- Igualdad- Fraternidad

He encontrado referencias a dos Congresos de las Dominicales. Uno celebrado en Roma en 1904 y otro en París en 1905. A ambos asistió Julio Ferrand en representación de España por Sevilla, y, sugún las crónicas, abonando los pasajes de su pecunio.

Al Congreso de Roma la representación española viajó desde Barcelona en el “Vapor Mallorca”. Terminaré el capítulo con el discurso que Julio Ferrand, desde la cubierta del Mallorca, dirigió a los asistentes y que fue recogido en prensa. 

Parece que el que dirige la palabra, de espalda y con chistera, es Julio Ferrand Couchoud.

En el capítulo siguiente veremos su pasión literaria. Allí me gustaría veros.

Gracias por leerme.

Salud y Paz